
El sábado por la noche me encontré con un primo al que veo de mucho en mucho, me comentó que había cambiado de trabajo, y que además, los fines de semana trabajaba por la noche de segurata en un garito de Huesca, al que por cierto se marchó tras acabar la conversación.
Al día siguiente veo en la tele, que un conductor borracho había atropellado a un grupo de personas en la puerta de una discoteca de Huesca con terribles consecuencias (muertes, amputaciones, etc...). Lo primero que pensé fue en mi primo, y lo segundo fue el mal cuerpo que se te pone cuando imaginas las consecuencias. Pero el nombre de mi primo no estaba en la lista de víctimas.
Recientemente he visto en un par de ocasiones a un pimpollo que se pasa de Fitipaldi, con su caro coche y su joven edad a una velocidad realmente peligrosa para conducir por las calles de un barrio, derrapando y quemando rueda. Lo he visto escapando de la Guardia Civil tras tener roces con alguna persona. Ya ha tenido algún accidente, y algún acompañante ha salido malparado, pese a ello el muchacho sigue jodiendo (porque a mí que alguien sea tan sumamente GILIPOLLAS me jode), y por supuesto los aires de intocable que tiene porque es no sé quién y su tal es no sé cual.
Este tipo de GILIPOLLAS son los que atropellan a la peña (y éste sin ir pedo), y si tiene un accidente no caerá la breva de que se estampe sólo, atropellará a alguien o saldrán peor parados los demás. Mátate tú sólo GILIPOLLAS.