
Hace poco más de un mes, el colaborador del programa Channel nºCuatro Alonso Caparrós, hablando de que los niños a cierta edad comenzaban a tocarse dijo (acompañado de gestos, claro): ''Sí, a mí de niño me renegaban porque tenía la costumbre de estirarme el pellejo, y claro, de tanto estirar se hace un remolino en la punta y luego, al mear se hace una parábola que desvía el chorro''.
Vaya tipo peculiar a la hora de la merienda, la parábola dice.
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