''Y cómo hemos cambiado'' decía la canción, y yo por una parte mucho pero por otra poco. He cambiado mucho en mis preferencias musicales, cuando estoy frente a la pantalla del ordenador ni os imagináis lo que puedo estar escuchando en cada momento, no acertaríais casi nunca.
El otro día mi amigo Salvatore Coco, pinchaba en el Cave Canem (hasta los bares cambian, pero fue una excepción o un fugaz cometa musical), y como la primera vez que tuve la ocasión de verlo pinchar me gustó (no me machacó con tralla) pues decidí ir como un viernes cualquiera a mi bar preferido.
La gente me decía: ''tío, a ti esto no te gusta ¿no?''. Pues hombre, hay canciones que sí y canciones que no. Lo cierto es que tardé poquito en salir a la calle, porque lo que me gusta de los viernes es hablar con los amigos que no veo durante la semana.
Ciertamente hemos cambiado, y yo el primero, pero sigo teniendo mis preferencias. Cuando tenía quince años solo escuchaba Rap, y lo demás era una mierda. Al poco tiempo fui añadiendo grupos de otras músicas, y cada vez ampliando el repertorio. En unos años pasé de despreciar a Sabina (cosas de la adolescencia) a tener todos sus discos. El asunto es que acabé escuchando todo lo que creía que decía algo, y ahora prefiero escuchar música que no me diga nada y me entretenga a escuchar sandeces, porque ahora tontos cantando, rapeando, y gritando sandeces hay muchos.
lunes, 16 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario