Nos deja un grande, magnífico MC amante del jazz, voz de Gang Starr. Hasta siempre.
miércoles, 21 de abril de 2010
martes, 20 de abril de 2010
Inclasificables
Me refiero a inclasificables cuando hablo de modernos, por ejemplo, tantísimos jóvenes y especialmente tantísimas jóvenes sacan su vena creativa, a veces, de manera absurda, sin fondo, solo con un triste intento de ser alguien diferente, alguien guay, alguien cool.
Todo esto me ha dado por escribirlo desde que me he hecho facebook, y he conocido esa opción de hacerme admirador de ''señoras que dicen cocreta'' por ejemplo, pero me paso el día haciéndome admirador de grupos de repulsa, contra personajes, contra cadenas televisivas, políticos, y para grupos de gente que andan por la sociedad de la manera descrita anteriormente, estilo: modernas que se compran cámaras réflex para hacer fotos de ceniceros llenos de colillas; modernos que van a sitios de modernos y dicen ''uf, esto está lleno de modernos''; gafaspasta que... modernas que van de amelie. Y efectivamente, toda esta gente existe, y a mí me da bastante tirria.
Bohemios con jersey de cuello alto, gafaspastosos, modernas ridículas de ropas desgastadas, pesados con lo que come y mea tim burton, expertos cinéfilos que veis pelis que no os gustan pero moláis por verlas, raros, cabrones, sois unos ridículos y os vais a la mierda, ala.
Todo esto me ha dado por escribirlo desde que me he hecho facebook, y he conocido esa opción de hacerme admirador de ''señoras que dicen cocreta'' por ejemplo, pero me paso el día haciéndome admirador de grupos de repulsa, contra personajes, contra cadenas televisivas, políticos, y para grupos de gente que andan por la sociedad de la manera descrita anteriormente, estilo: modernas que se compran cámaras réflex para hacer fotos de ceniceros llenos de colillas; modernos que van a sitios de modernos y dicen ''uf, esto está lleno de modernos''; gafaspasta que... modernas que van de amelie. Y efectivamente, toda esta gente existe, y a mí me da bastante tirria.
Bohemios con jersey de cuello alto, gafaspastosos, modernas ridículas de ropas desgastadas, pesados con lo que come y mea tim burton, expertos cinéfilos que veis pelis que no os gustan pero moláis por verlas, raros, cabrones, sois unos ridículos y os vais a la mierda, ala.
jueves, 8 de abril de 2010
Monstruos
Escribo estas líneas como desahogo, como vía de escape, y como método de relajación para que las ideas homicidas en mi cabeza disminuyan. No os asustéis, pero vengo a hablaros de un monstruo, uno de tantos que pueblan la televisión, que emerge de las radiactivas ondas televisivas lanzadas desde platós llenos de caspa, la que cae de la cabellera de ''locazas'', de alcahuetas, y de vividores, que se posa sobre sus hombros y que lucen con orgullo.
El viernes noche me vi en una difícil situación, y por X motivos tuve que tragar uno de esos programas, para que les quede claro diré que pertence a Telecinco (cadena líder en el sector del freakismo, la caspa, y la salsa rosa, o mejor marrón, por la mierda digo), y no tuve escapatoria, os lo prometo.
Ahí estaba ella, Belén Esteban, la ''princesa del pueblo'', pues de tu pueblo de mierda será, porque en ese caso me reafirmo en que yo soy de barrio. Su intervención en el programa se basaba en decir una estupidez cada diez minutos, a lo que directamente seguía un aplauso, y mis nervios se crispaban. Comentarios mal pronunciados, gritos amenazantes del tipo ''yo soy la co-presentadora de este programa, como el presentador no está aquí mando yo'' y refranes mal estructurados carentes de coincidencia con los temas (bobos e inútiles) a tragar. Y hablando de aplausos, ¿qué aplauden ustedes, marujonas y ancianos descarriados, qué aplauden? ¿simpatía? ni de coña, ¿buen humor? ni de broma, ¿inteligencia? yo sí que tengo humor eh. Quizás que su sueldo a la semana no lo ganen ustedes en años.
La Esteban se crece entre seguidores fieles, analfabetos como ella y aburridos en los sofás de sus casa. Se ve respaldada por un séquito de presentadores con pluma y colaboradores sin estudios que quieren aparentar ser periodistas, vividores de la tele y ridículas colaboradoras teñidas de rubio y secas de vagina. Ella entra en guerras con otros ''famosetes'' y a la hora de contestar mira a la cámara, con ese tabique reoperado pero desubicado, esas arrugas que han vuelto a aflorar al par de meses de operarse, y una prepotencia digna del mejor braguetazo con otro analfabeto. Así dispara, la reina de los pasillos de otra cadena mierder televisiva.
Señoras y señores, si han de tener miedo a monstruos sepan que algunos están protegidos por los vecinos que viven en el piso de encima, por parte de la tercera edad que ha perdido el poco sentido común que les quedaba, y por ese séquito de presentadores payasiles y amanerados que quieren parecer simpáticos.
El viernes noche me vi en una difícil situación, y por X motivos tuve que tragar uno de esos programas, para que les quede claro diré que pertence a Telecinco (cadena líder en el sector del freakismo, la caspa, y la salsa rosa, o mejor marrón, por la mierda digo), y no tuve escapatoria, os lo prometo.
Ahí estaba ella, Belén Esteban, la ''princesa del pueblo'', pues de tu pueblo de mierda será, porque en ese caso me reafirmo en que yo soy de barrio. Su intervención en el programa se basaba en decir una estupidez cada diez minutos, a lo que directamente seguía un aplauso, y mis nervios se crispaban. Comentarios mal pronunciados, gritos amenazantes del tipo ''yo soy la co-presentadora de este programa, como el presentador no está aquí mando yo'' y refranes mal estructurados carentes de coincidencia con los temas (bobos e inútiles) a tragar. Y hablando de aplausos, ¿qué aplauden ustedes, marujonas y ancianos descarriados, qué aplauden? ¿simpatía? ni de coña, ¿buen humor? ni de broma, ¿inteligencia? yo sí que tengo humor eh. Quizás que su sueldo a la semana no lo ganen ustedes en años.
La Esteban se crece entre seguidores fieles, analfabetos como ella y aburridos en los sofás de sus casa. Se ve respaldada por un séquito de presentadores con pluma y colaboradores sin estudios que quieren aparentar ser periodistas, vividores de la tele y ridículas colaboradoras teñidas de rubio y secas de vagina. Ella entra en guerras con otros ''famosetes'' y a la hora de contestar mira a la cámara, con ese tabique reoperado pero desubicado, esas arrugas que han vuelto a aflorar al par de meses de operarse, y una prepotencia digna del mejor braguetazo con otro analfabeto. Así dispara, la reina de los pasillos de otra cadena mierder televisiva.
Señoras y señores, si han de tener miedo a monstruos sepan que algunos están protegidos por los vecinos que viven en el piso de encima, por parte de la tercera edad que ha perdido el poco sentido común que les quedaba, y por ese séquito de presentadores payasiles y amanerados que quieren parecer simpáticos.

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