Una vez más lo siento, no es la primera vez que dejo a mis escasos lectores sin nada que masticar, y por supuesto no será la última.
¿Realmente se acerca el fin del mundo? pues podría ser, pero yo lo dudo. Uno enciende la tele y puede hacer bailar a los botones del mando del TDT, pero siempre acaba topando con telecinco, por ejemplo, cuya ética es comparable a la de un trozo de papel higiénico humedecido por estar posado en el suelo del wáter de un bar de mala muerte.
Belén Esteban resurge y aparece mostrando un look momificado, con una cara de mentira, como sus vidas, con una nariz que parece que ha sido diseñada con la mano derecha del zurdo más cerrado. Pero mejor tener arrugas, está claro, pese al tabique descompuesto por la diabetes. Yo conozco gente con diabetes, incluso gente con diabetes que ha consumido cocaína, y no han llegado a tener ese tabique, pero bueno, que la España cateta siga riéndole las gracias y aplaudiendo el analfabetismo premiado con dinero excesivo y a mansalva como sueldo, bravo.
Dos presentadoras guapetas, jóvenes, y simpáticas comienzan un programa sentadas tras la mesa del plató, y empieza a recordarme a algo del pasado. Tras cuatro minutos de programa está claro: han cambiado el título, a las presentadoras, y le han dado un tinte jovenzano con un resultado patético... el ''tomate'' sigue en telecinco pero llamado ''vuélveme loca'', por lo demás sigue igual, quizás sea un intento de esquivar la antipatía que despertaba
J.J.Vázquez, poniendo en su lugar a dos ''simpáticas'' muchachas, que con cinco minutos de programa ya me caen gordas.
La prensa del corazón ha infectado los teclados del resto de periodistas de este país, especialmente los deportivos, que han dejado la información para dar paso al comercio y al sensacionalismo, y me parece vomitivo.
Los Manolos en la cuatro son gente divertida pensarán, no se engañen amigos, ahora nadie da una noticia sin dar su opinión, y rellenar los informativos con vídeos cogidos de youtube con cuatro años de antigüedad y darlos como novedad o noticia reciente, es muy triste.
Y así mil cosas, unas igual de cutres, otras que van empeorando por segundos. Por lo tanto dudo que el fin del mundo se acerque, porque esta basura, nos la tendremos que tragar.