
Abriré el apartado de la ''Chelipedia'' hablando de todo un personaje, el fenómeno en cuestión es Juan Carlos, Carlitos en el pueblo de su madre, y Carlos en casa de sus padres. Amante como el que más de ese pueblo, aunque no puede visitarlo todo lo que a él le gustaría (Los fallos, Tarazona).
A Juan Carlos lo conozco desde la guardería, y encima luego fui al colegio con él, pasamos de pelearnos por una chica a ser inseparables, éramos el gordo y el flaco, pero yo dejé de ser gordo y Juan Carlos siguió siendo flaco aunque tremendamente alto.
Repetimos juntos segundo de la E.S.O, y al acabar la secundaria se decantó por la hostelería, menudo cocinero, ganador de concursos con su postre ''semifrío noche y día'' de chocolate blanco y negro. Actualmente reside en Madrid y trabaja en un restaurante de categoría, nunca recuerdo el nombre, sé que está cerca del Bernabeu.
Juan Carlos es cuanto menos un tipo peculiar, y lo ha sido siempre. Se sacó la secundaria a base de quedarse con la explicación del profesor en clase y de copiar (dos años consiguiendo sentarse al lado de la ventana y del radiador, paraíso de las chuletas, ni eso, el tío ponía el libro abierto). Un profesor de Historia lo denominó como ''monstruo histórico'' aunque ''vago y chapucero'', porque en tal materia el tío destacaba sin tocar el libro (el de clase claro). El deporte no le gustó nunca pero cuando jugaba a fútbol él siempre se pedía ser Amavisca, y celebraba los pocos goles que marcaba como lo hacía José Emilio, tenían la misma pinta de desgarbaos, le pegaba.
Fan incondicional de los ''Metallica'', lo tiene todo, artículos de coleccionista, no me lo imagino sin una de sus camisetas.
De ideología anarquista, pero solo de ideología, es moderado, siempre ha rechazado la violencia. Lleva toda la vida caminando en dirección contraria a las modas, los demás le dan igual, en ese aspecto es un antihéroe y yo admiro su personalidad, porque él se siente feliz iendo como quiere, con sus pantalones estrechos y su larga coletilla colgando de la nuca.
Pero si a Juan Carlos se le puede llamar fenómeno es porque el tío tiene chispa, porque sin duda es la persona que más me ha hecho reír, y dicen que en el mundo hace falta gente así. Ha sido capaz de hacerme llorar de risa en mis peores momentos, y me hace recordar el colegio con cariño, porque cuando se fue faltaba algo. Descarado, y ocurrente, siempre tenía la palabra preparada para que toda la clase muriera de risa. Una vez vino un fotógrafo para hacer las fotos de cada clase y gracias a Juan Carlos, en la foto de nuestra clase salimos todos con la carcajada, por no mencionar los ratos que pasé cuando nos hacían ir a misa, siempre me echaban la cantada por su culpa, por reírme. Juan Carlos podría estar trabajando en la radio o en la tele perfectamente, porque encima era un imitador cojonudo. Para cocinero con gracia Juan Carlos y no el Arguiñano.
Lo dicho, un fenómeno.
1 comentario:
Curioso personaje este Juan Carlos, apodado en ocasiones punkyloko por sus atolondradas actuaciones en público.
Un buen chaval digno de tener como amigo.
Ahora ya esta de vuelta al barrio. Creo que todos teniamos ganas e que volviera.
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